lunes, 16 de marzo de 2009

Carta a un maltratador....

Hoy he recibido este correo, me ha puesto la piel de gallina, por eso, quiero compartirlo con todos vosotros......

Carta a un maltratador

Para ti, cabrón: Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado. porque la has maltratado. ¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras. Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?


Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe. La acobardas, la empujas, le das patadas., patadas que yo también sufría.
Hasta aquel último día. Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos.Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.


Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!-dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.
Me puse contento antes de tiempo.


Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez.


Y sucedió.


Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.


Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.


Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.


Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.

Sinceramente, espero que esto acabe pronto.............

19 comentarios:

MFe dijo...

Es muy fuerte Minerva!! ya lo había leido, y ahora leyéndolo otra vez se me pone la piel de gallina...

Ojala algún día desaparezcan estos cabrones de la faz de la tierra.

Un besote!!

Yas dijo...

Uffff, yo también lo leí hace tiempo...y no me esperaba el final!!!! Es muy duro, quien sufra algo asi quedará marcada para siempre...

Mártir dijo...

Ahora llegara Violeta Santander y dirá que los maltratadores no son asi....¡maldita sean estos cabrones! y esta tia....un beso

Minerva dijo...

Alma, así me he quedado cuando lo he leído....increible!
Yas, la verdad que creo que tiene que dejar marca, pero de las que no se va, hay mucho hijo de........por el mundo.
Centollo, hay que ser idiota para defender algo o peor, alguién así, pero peor me parece que paguen a este personaje para que hable en la tele.....admirable el profesor Neyra y los muchos anónimos que de alguna manera ayudan.
La verdad que llega mucho este tema....
Besitos

En las nubes. dijo...

Uffff estas cosas remueven las entreñas...
Muy fuerte.
Un besazo enorme.

Muriel dijo...

Puff... no lo había leído... Qué mal, no sé que decir.. ojalá tengas razón y esto acabe pronto. En serio... no sé quemás decir... Bss

Monna dijo...

Buenas Minerva, yo no la conocía la carta, sin palabras...me he quedado, sin palabras, y con una rabia e impotencia en mi interior.....buf!!!

Besos wapa

Sinner dijo...

Uuuufffff... no la habia leido... me he quedado muda, con los pelos como escarpias... te la copio para mandarla por mail, vale??
Un beso guapa

Pablete dijo...

Minerva guapa, ya lo había leido por ahí y como entonces, solo me cabe decir, así, con todas la letras: TODOS LOS MALTRATADORES, PEDERASTAS Y VIOLADORES, SON UNOS HIJOS DE PUTA MALNACIDOS. Y el remate, uno que no tiene perdón de Dios, ni de los humanos de bien, tenemos ahora, a bombo y platillo, el juicio contra el hijo de puta austríaco, que tuvo cautiva a su propia hija durante 24 años, violandola cuando le salía de los huevos y engendrando con ella 7 hijos/nietos.

No sigo, que me conozco y se me enciende la sangre. No puedo con esto, de verdad. Las mujeres y los niños son sagrados y quien los toque de mala manera, no merece compasión.

Un beso muy fuerte, querida amiga...

Sandra dijo...

Si que es fuerte si, y lo pero es que esto va a mas, siempre hay hijos de puta de estos que se creen con derecho a pegar, no sé nena a mi este tema me enciende mucho, porque no logro entenderlo. Tampoco entiendo desde mi lado de la barrera que alguiene pueda llegar a levantarme la mano, pero claro, hay que estar en el lugar de esas mujeres, solo ellas saben lo que es vivir eso.

Un beso.

Esteban dijo...

Este texto es muy duro, ya lo había leido.
Esta gente para mí no tiene nombre ni lugar en la sociedad. Un beso

Minerva dijo...

- Julia, me pasa lo mismo....se me revuelve todo....
- Nenuca, así me quedé, por eso quise publicarla. Es de un chico de segundo de bachillerato....
- Basilea, toda tuya....
- Moona, parece mentira que esto siga durando y pasando...
- Pablete,¿qué les pasará por la cabeza?? muchas veces lo intento imaginar. Lo del cabrón austríaco no tiene nombre, encima puede que "sólo" le caigan 15 años, cuando ha jodido la vida de su hija y de todos los que están a su alrededor...No sé como puedes hacerle daño a tu propio hijo, uff....
- Sandra, también me pasa a mi, me enciendo, no puedo entenderlo, ni sé qué haríasi me ocurriera a mi.....no puedo ni imaginarlo....
- Estteban, creo lo mismo....malnacidos!!!!!!!!!!

Gracias por estar ahí.
Besos

FORMENTERA ♥ AGUAMARINA dijo...

Uffff.....sin palabras!

Minerva dijo...

Just me, impresionante, y lo que es peor: real!
Un besito

Azu dijo...

Ufff no lo había leído nunca, pero es muy fuerte. Es indignante como puede haber gente en el mundo que hace sufrir a personas, sin motivo alguno.
Ojalá el feto que no llegó a nacer, hubiera sido ese hombre y todos los que hacen daño por hacer daño,

Minerva dijo...

Mucha razón tienes Azu, no se merecen nada, ni el miedo que sus parejas sienten por ellos. Qué triste verdad?
Petonets Azu

ampa dijo...

Es triste pero pasa a diario. Donde esta la justicia????

Minerva dijo...

Ampa, la justicia, a mi parecer, no está o llega demasiado tarde.......es demasiado injusto.
Besos

Juanra dijo...

Cuanto hijo de puta suelto!!!